Con sus playas salpicadas de coral, sus verdes terrazas de arroz y su mar azul, Bali es desde hace tiempo un paraíso para surfistas, amantes del sol y adictos al yoga. Tanto si estás planeando la aventura de tu vida como una semana de relax, aquí tienes varios consejos a seguir antes de viajar a Bali.
Consejos a seguir antes de viajar a Bali
Con estos consejos a seguir antes de viajar a Bali, vivirás una gran experiencia.
Aprende a regatear por casi todo
En Bali suele haber un precio para los lugareños y otro para los turistas, pero si se es espabilado se puede regatear por algo intermedio. Siempre hay margen de maniobra. Incluso las cosas con un precio fijo -como los hoteles y las excursiones- pueden negociarse.
Hacia el Oeste por las olas, hacia el Este por el submarinismo
El surf en Bali es mundialmente conocido. Lugares de la costa oeste como Canggu y Kuta presumen de olas increíbles, mientras que la Rip Curl Surf School de Legian imparte clases diarias para principiantes. Las aguas más tranquilas del este son ideales para el submarinismo y el buceo con tubo, y en casi todas partes se puede adquirir equipo para la cabeza.
Obten el visado adecuado
Para la mayoría de los viajeros, existen tres tipos principales de visado. El visado de entrada libre no es prorrogable, así que si crees que vas a quedarte más de 30 días debes pagar el visado prorrogable a la llegada, u obtener un visado de 60 días antes de salir de casa.
Los ciclomotores como medio de transporte preferido
Aunque al principio resultan un poco intimidantes, sobre todo en los abarrotados centros de las ciudades, los ciclomotores son baratos de alquilar y dan libertad para explorar las atracciones más recónditas de la isla.
Asegúrate de comprobar el depósito, ya que el conductor anterior suele dejarlo vacío. Si te quedas sin gasolina, puedes comprarla fácilmente (normalmente en botellas de vodka) en casi cualquier tienda de carretera. Y no olvides pedir un casco.
No te pierdas las Gilis
Las tres islas Gili se encuentran frente a la costa oeste de Lombok, a menos de dos horas en barco desde Bali, y son un paraíso para la fiesta, la natación, el buceo y el submarinismo.
Alquila una bicicleta y recorre la impresionante costa blanca, parando a nadar entre peces tropicales y alguna que otra tortuga marina. Los barcos circulan constantemente entre las islas, pero asegúrate de coger uno público en lugar de pagar un dineral por una lancha rápida privada.
Ve una danza del fuego en Uluwatu
En todas partes se bailan danzas tradicionales, pero ninguna en un lugar tan espectacular como el antiguo templo de Uluwatu, en la punta sur de la península de Bukit. Si viajas en ciclomotor, ten en cuenta que regresarás de noche, así que toma nota de tu ruta.
Cuidado con el dinero
Utiliza los cajeros automáticos en la medida de lo posible e intenta evitar los cambistas, ya que le pueden hacer un descuento. Si no tienes otra opción, haz tus propios cálculos y comprueba los de ellos. Los billetes son grandes y algunos cambistas juegan con la confusión de los turistas, dándoles menos de lo acordado.
Disfruta de la salud en Ubud
Ubud es el centro cultural tradicional de Bali y ahora se encuentra en el corazón del movimiento de bienestar holístico de la isla: parte de Comer, rezar, amar se rodó aquí. Asiste a una de las muchas clases que se imparten en The Yoga Barn y haz una parada en The Seeds of Life, un restaurante de comida cruda, para desintoxicarse.
Come de todo
Desde el tradicional babi guling (un cerdo asado entero) hasta la cocina de fusión japonesa, china, tailandesa y americana, en Bali siempre hay algo para llenar la barriga.
Prueba el Potato Head Beach Club, en el lujoso Seminyak, para disfrutar de una cena multicultural en un insólito edificio con forma de herradura, o ve a Gili Trawangan para visitar el mercado nocturno, donde podrás degustar langostinos a la parrilla recién sacados del mar.
Asegúrate de pedir el plato básico indonesio gado gado, una ensalada de verduras hervidas y huevos, al menos una vez en su viaje.
Relájate
La oferta de actividades en Bali es tan amplia que puede resultar abrumadora. Tanto si tu estancia es larga como corta, déjate llevar por el espíritu balinés: relájate, respira y disfruta del viaje.