«Paraíso» es un término utilizado con frecuencia para describir Isla de Lord Howe, Patrimonio de la Humanidad, que se encuentra en el mar de Tasmania, a menos de dos horas en avión desde Sídney o Brisbane. Solo se permite la visita de cuatrocientas personas a la vez: las bicicletas son el mejor medio de transporte, y los teléfonos móviles no tienen cobertura.
Dé un paseo por las playas de arenas blancas, practique snorkel en el arrecife de coral más meridional del mundo y disfrute de una excursión entre las palmeras hasta llegar a la cima del monte Gower. Olvídese del estrés de la vida moderna en este paraíso natural, mientras disfruta de todo tipo de comodidades como, por ejemplo, restaurantes, spas y alojamientos de lujo.
Playas y Arrecifes corales
No verá cableados eléctricos ni altos edificios en Isla de Lord Howe, que solo tiene 11 km de largo y 2,8 km de ancho máximo. El canto de las aves inunda el aire puro, y el exuberante terreno montañoso se eleva a su alrededor.
Solo trescientas personas viven aquí durante todo el año, y el precioso pueblo cuenta con una única calle.Dado que el acceso en automóvil es limitado, las bicicletas son la mejor forma de moverse por la isla, ya que gran parte está protegida como parque marino y bosque pluvial subtropical.
Creados hace millones de años por la actividad volcánica submarina, los extraordinarios ecosistemas de Lord Howe tienen playas de arenas blancas que conservan su belleza natural y una laguna de color aguamarina flanqueada por el arrecife de coral más meridional del mundo. Adéntrese en el océano para practicar snorkel en compañía de anchoas, peces ángel, peces loro de todos los colores del arco iris y un enorme coral en tonalidades azules, verdes, amarillas, rojas y violetas.
Practica buceo rodeado de colores vivos
Mar adentro, hay más de cincuenta lugares para practicar buceo, repletos de tortugas verdes, corales y peces de colores vivos. El otro lado de la isla es conocido por los amantes del surf y la pesca, y cuando la marea está baja se puede dar de comer a los peces en la playa de Ned’s Beach.
Tierra adentro, la isla está dominada por las cumbres volcánicas del monte Gower y el monte Lidgbird. Se puede escalar el monte Gower en una extenuante excursión guiada de un día, que incluye una subida a la cima con cuerda. También hay numerosos senderos menos empinados que serpentean por el paisaje.
Fauna y Flora
Camine entre palmeras Kentia hasta llegar a Malabar Hill, donde los acantilados se zambullen en el océano. Diríjase a Transit Hill para disfrutar de vistas panorámicas de la isla o siga caminando hasta la playa de Blinky Beach, muy conocida entre los lugareños por su «surf champagne».
La abundante y exótica flora y fauna de la isla incluye sesenta y cuatro especies autóctonas de plantas angiospermas y más de ciento treinta clases de aves. Observe al rascón de la isla de Lord Howe, un ave no voladora y en peligro de extinción, autóctona de la isla.
Contemple el cortejo de los rabijuncos colirrojos con sus piruetas vertiginosas y serpentee por los acantilados entre enormes colonias de aves marinas. Los pinos de la isla de Norfolk crecen alrededor de la laguna, y podrá encontrar exuberantes helechos y líquenes en el bosque nebuloso situado en la cumbre del monte Gower.
Lord Howe, un paraiso en la tierra
Además de unos cautivadores parajes naturales, Isla de Lord Howe cuenta con un pintoresco campo de golf, gratificantes spas y diversas opciones de restauración y alojamiento. Dese un festín de pescado fresco bajo las palmeras o disfrute de carnes procedentes de granjas boutique y verduras locales en los elegantes restaurantes de la isla.
Al caer la noche, alójese en un hotel de lujo, un apartamento con vista al mar o un centro turístico con todo tipo de comodidades. Este paraíso natural es el lugar ideal tanto si se desea disfrutar de una escapada romántica o de un viaje en compañía de amigos como si se buscan unas vacaciones familiares tranquilas. ¿Alguien dijo «paraíso»?