A pesar de la importancia de todas estas obras antiguas, en 2007 un concurso público e internacional seleccionó las 7 Maravillas del Mundo Moderno. Más de cien millones de votaciones, a través de Internet y SMS, determinaron la lista de monumentos que conforman esta nueva clasificación.
Las Siete Maravillas del Mundo moderno son:
- Chichén Itzá, en México.
- El Coliseo de Roma, en Italia.
- La estatua Cristo Redentor, en Río de Janeiro, Brasil.
- La Gran Muralla China, en China.
- Machu Picchu, en Cuzco, Perú.
- Petra, en Jordania.
- El Taj Mahal, en Agra, India.
Chichén Itzá, corazón del imperio maya
Este templo es el edificio principal de la ciudad de Chichén Itzá. Su estructura pone de manifiesto los conocimientos de los mayas sobre matemáticas, astronomía, geometría y acústica. Su perfecta simetría representa el calendario maya: 18 cuerpos (el número de meses, de 20 días cada uno) y 365 peldaños (días del año), cinco de los cuales se consideraban nefastos.
Esta edificio también es conocido como el Caracol por la forma de espiral que oculta en su interior. Se le atribuye una función astronómica puesto que las aberturas de sus muros estaban orientadas hacia Venus y otros astros. Las observaciones que se realizaban eran muy intuitivas y se llevaban a cabo sin ningún tipo de aparato.
En la zona que ocupaba la antigua ciudad maya todavía se conservan los principales edificios de su época de máximo esplendor. Se puede contemplar el Templo de los guerreros, con el impresionante grupo de las mil columnas, el observatorio, también llamado el Caracol, la pirámide de Kukulkán, la cancha del Juego de pelota y el Tzompantli.
Coliseo de Roma, un icono de la ciudad
El Coliseo es una de las maravillas de Roma que más visitantes recibe. Lo mandó construir Vespesiano y lo terminó su hijo Tito en el año 80 d.C y hoy se ha convertido en uno de los iconos de Roma. Su visita es emocionante. Una suma de arquitectura e historia, de la que ahora, con las zonas más elevadas acondicionadas, tendremos una nueva perspectiva.
Las 80 gradas del Coliseo de Roma estaban divididas según las diferentes clases sociales: en el podium estaban los romanos más ilustres, sentados en sillas de mármol junto a la arena, por lo que existía una malla que les protegía de los animales. En los siguientes niveles y en ascenso, los aristócratas y demás ciudadanos hasta llegar arriba del todo, el lugar de los plebeyos.
En total, 50.000 espectadores reunidos para ver peleas de gladiadores, ejecuciones, recreaciones de batallas o caza de animales.
El maravilloso Cristo Redentor de Rio de Janeiro
En la cima del Cerro Corcovado, a 709 metros sobre el nivel del mar, se eleva uno de los símbolos más importantes de la ciudad y de todo Brasil, la estatua del Cristo Redentor de Rio de Janeiro.
El Cristo Redentor, que fue inaugurado el 12 de octubre de 1931 y es visitado por 2 millones de turistas al año, es todo un ícono de la ciudad y del país y fue recientemente declarado una de las nuevas siete maravillas del mundo.
día 7 de julio de 2007 el Cristo Redentor de Rio de Janeiro fue nombrado como una de las ganadoras en la lista de las Siete Maravillas del Mundo Moderno, por la organización New Open World Corporation a través de una votación abierta en Internet en la que participaron, según la organización, 100 millones de personas.
En Brasil se organizó una campaña para votar por el Cristo llamada “Vote no Cristo” (Vote por el Cristo en portugués) y se estima que unos 10 millones de brasileños participaron de la votación.
La Gran Muralla China, la mayor obra de ingeniería del mundo
La característica imagen de La Muralla China data de los siglos XV y XVI, cuando los emperadores Ming reconstruyeron la barrera defensiva al norte de su imperio en ladrillo y piedra, con una serie de torres conectadas mediante lienzos de muralla. En las torres de defensa se alojaba una guarnición de entre 30 y 50 hombres, que servía en turnos de cuatro meses. Los soldados vivían en la misma torre, donde guardaban sus pertrechos y alimentos. Estas construcciones eran, en realidad, pequeños castillos que podían resistir asedios prolongados.
En realidad, desde decenios atrás la estrategia de defensa de los Ming frente a los nómadas había pasado por una de las soluciones clásicas del Imperio chino: la de la barrera defensiva. Los Ming construyeron una nueva Gran Muralla, aunque de características más avanzadas que las anteriores.
Mientras que en el pasado las fortificaciones se habían erigido empleando la tierra como materia primera, compactándola en una especie de tapial, ahora se empleó en la mayoría de los tramos una combinación de zócalo de piedra y alzado en ladrillo. Este sistema era mucho más caro que los anteriores –se ha llegado a decir que cien veces más–, pero también resistía las inclemencias del tiempo mucho mejor.
Machu Picchu, La ciudad perdida de los Incas
Aún hoy las certezas acerca de Machu Picchu son escasas. Se sabe que los incas lo construyeron alrededor de 1450 y que lo abandonaron cien años después, tras la conquista española. Su aislamiento geográfico, entre selva y montañas, hizo que pasara desapercibido hasta 1911, cuando el historiador estadounidense Hiram Bingham alcanzó las ruinas gracias a los pastores locales y divulgó sus vestigios al resto del mundo.
Algunos investigadores creen que era el lugar de descanso de la realeza inca, otros piensan que acogía un centro ceremonial o una fortaleza militar. Una vez ahí, lo importante es apreciar el valor y el estilo de vida de aquella civilización y disfrutar del paisaje. Para esto último vale la pena subir el Huayna Picchu, la montaña que se ve de fondo en todas las postales de Machu Picchu.
El ascenso es empinado y lleva una hora, pero lo que se contempla desde arriba es el cierre magistral del viaje. Cuando la niebla se despeja, desde la cima del Huayna Picchu aparece la vista panorámica de la mayor obra arquitectónica y de ingeniería que legaron los incas.
Después de contemplar esa maqueta silenciosa, con los pies colgando del borde de la montaña, será muy difícil convencerse de que debemos bajar y regresar a nuestra civilización.
Petra, Un tesoro escondido en el desierto de Jordania
Este lugar es, nada más y nada menos, que un yacimiento arqueológico localizado en Jordania. El nombre de Petra procede del término griego que significa piedra. La Ciudad de Petra no es que sea un nombre metafórico sino que literalmente, la ciudad ha sido esculpida en este material.
No es un destino cualquiera sino que fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y se alza como una de las 7 maravillas del mundo moderno. En este post te descubrimos su grandísima belleza. También es conocida como la Ciudad Perdida. Una denominación que encuentra su motivo en que pese a que tiene una extensa historia a sus espaldas, e la Edad Media fue abandonada hasta principios del XIX.
Los occidentales fueron quienes arrojaron luz sobre la Ciudad de Petra. También se le atribuye este apodo porque su ubicación es un valle, completamente rodeada por altas montañas que la ocultaban. La entrada a Petra cuesta 61 € y 67 € por dos días, y además de ver la ciudad, podréis llegar en burro hasta la entrada del Siq, incluido en el precio, viendo las primeras tumbas nabateas que se encuentran en el camino, como el Templo de los Obeliscos.
El Taj Mahal
El Taj Mahal es considerado el ejemplo más hermoso de la arquitectura mogola, con una combinación de elementos islámicos, persas, indios y hasta turcos. El conjunto está rodeado en tres lados por una alta muralla almenada de arenisca roja; el cuarto límite (norte) lo forma el río Yamuna.
En el lado sur se alza un edificio monumental de arenisca roja llamado darwaza, que es la entrada principal del complejo. La construcción original incluía dos grandes puertas de plata, las cuales fueron desmontadas y fundidas en 1764.
Al trasponer la darwaza se llega a un jardín cuadrado de 300 metros, en cuyo centro hay un estanque de mármol donde se reflejan los edificios, los cuales crean una ilusión de simetría. El jardín está dividido en cuatro cuadros debido a los cuatro canales que confluyen en el estanque.
A su vez, cada cuadro del jardín está dividido en cuatro cuadros por los senderos que los cruzan: un total de 16 cuadros con canteros de flores alrededor del estanque central. Este jardín se conoce como Charbagh, o gran jardín central, y es un diseño introducido en India por Babur, primer emperador mogol, y representa los jardines del Paraíso.
No hay nada más profundo para cualquier viajero que sentarse en uno de los bancos que hay por todo el Jardín del Paraíso y admirar la silueta del impresionante Mausoleo recortada sobre un cielo limpio.
Cielo que poco a poco se tiñe de rosa al caer la noche. De fondo, en las afueras del Templo, en la ciudad, en Agra (una pequeña localidad situada al norte de la India, en el Estado de Uttar Pradesh) oímos los cánticos y sus oraciones.