Con tantas opciones disponibles, te ayudaremos a acotar los lugares que merecen la pena conocer, tanto si quieres viajar más lejos que nunca, como si deseas vivir experiencias inolvidables o simplemente disfrutar de una escapada sin estrés.

Lugares que merecen la pena conocer

En todo el mundo, estos son los lugares que merecen la pena conocer para 2023 en función de sus intereses particulares.

Queenstown, Nueva Zelanda

Una de las ciudades más espectaculares del mundo, Queenstown es difícil de superar cuando se trata de aventuras al aire libre.

¿Por qué visitarla? Situada en la región meridional de la Isla Sur, al borde del lago Wakatipu, Queenstown ofrece actividades como senderismo, ciclismo de montaña, escalada, rafting y kayak, además de actividades únicas y emocionantes. De hecho, el puenting nació aquí mismo, en el puente colgante del desfiladero de Kawarau, donde te lanzarás a más de 141 pies de altura sobre el río Kawarau. El paracaidismo en tándem, el surf fluvial, la navegación en lancha motora y el descenso de cañones son sólo algunas de las muchas otras opciones.

No te pierdsa: Da un paseo en la góndola Skyline Queenstown, que te llevará a la plataforma de observación de Bob’s Peak para disfrutar de algunas de las vistas más impresionantes de la zona. También puedes llevar una bicicleta de montaña y recorrer los senderos del Queenstown Bike Park en la cima.

Parque Nacional Manuel Antonio, Costa Rica

Costa Rica lo ofrece todo para los amantes de la naturaleza, con el Parque Nacional Manuel Antonio como uno de los principales destinos, con playas vírgenes de arena blanca, exuberante selva y abundante vida salvaje.

¿Por qué visitarlo? Aquí se pueden ver monos aulladores, monos cariblancos, monos araña y monos ardilla, en peligro de extinción, además de perezosos, guatusas, iguanas, tucanes y guacamayos rojos.

No te pierdas: El parque es famoso por su biodiversidad marina y sus vibrantes arrecifes de coral, ideales para hacer submarinismo, snorkel y excursiones en kayak con avistamiento de ballenas y delfines.

Florencia, Italia

Florencia es uno de los centros arquitectónicos y artísticos renacentistas más importantes del mundo.

¿Por qué visitarla? Según la UNESCO, el 60% de las obras de arte más importantes que existen están en Italia, y alrededor de la mitad se encuentran en esta magnífica ciudad. Encontrarás numerosos museos, palacios e iglesias que albergan tesoros artísticos de incalculable valor, como las iglesias de Santa Maria Novella y Santa Croce, que son auténticas galerías de arte.

No te pierdas: La Galería de la Academia es uno de los museos más visitados de Florencia y en él se exponen obras de Miguel Ángel, como la estatua de mármol del David, de más de 4 metros de altura.

Honolulu, Hawai

Para las familias que buscan unas vacaciones en la playa con una amplia gama de otras atracciones y la oportunidad de sumergirse en una cultura diferente, es difícil superar Honolulu.

¿Por qué visitarla? Podrás disfrutar de todas las actividades habituales, como tomar el sol y la arena, bucear, remar y hacer surf, con muchas oportunidades para aprender a practicarlo. La zona ofrece muchas actividades para niños, como el acuario de Waikiki, el zoo de Honolulú y el sendero histórico de Waikiki.

No te pierdas: El Centro Cultural Polinesio organiza luaus en los que se puede comer kalua pig preparado en un horno de barro tradicional, escuchar música hawaiana en directo y ver bailar a las bailarinas de hula.

Amalfi, Italia

La pequeña ciudad de Amalfi se encuentra a lo largo de la Costa Amalfitana, un tramo montañoso de costa justo al sur de Nápoles, en el sur de Italia, que es uno de los más impresionantes del mundo, con escarpados acantilados que caen dramáticamente hacia un mar azul brillante.

¿Por qué visitarla? La ciudad en sí es increíblemente romántica, con su dramático escenario bajo los escarpados acantilados. Se la conoce como la «ciudad vertical«, ya que se extiende como una terraza sobre múltiples laderas escarpadas.

No te pierdas: Merece la pena visitarla sólo por su belleza, pero no querrás perderte la catedral árabe-normanda de Sant’Andrea en su corazón, con su fachada bizantina a rayas.