Ubicada en medio del Pácifico, la Polinesia Francesa es un lugar que innumerables escenarios paradisíacos para relajarse y pasarlo bien. Ha sabido sacarle provecho al turismo por lo que su entorno natural está muy bien conservado y te permite disfrutar de actividades diversas, ya sean bajo el agua, perdido en la jungla o en las alturas de un cerro. Ah y cómo olvidarlo, descansar en playas de arena blanca, mirando el agua color jade mientras tomas jugos frutales.

Jardínes Paofai

Un lugar que ofrece espacios para hacer deporte y juegos para niños, con pérgolas y paseos para transitar, es un lugar muy bien diseñado para pasar un rato en familia. Tiene una hermosa vista al mar y una recolección de plantas de los 5 archipiélagos que componen la Polinesia Francesa. Es un lugar ideal para refrescarse puesto que su abundancia de arboles, la cual incluye cocos, plátanos y otras frutas, ofrecen abundante sombra y refugio del calor. Se ubica en Papeete y puede ser visitado durante el día.

Moorea

Un lugar de gran belleza escenica con un ritmo tranquilo y agradable. Es un poco más abierto al turismo tradicional que Maupiti, contando con algunos resorts hoteleros de renombre internacional. Tiene características geográficas muy llamativas, con 8 cerros subiendo desde una laguna translucida y cuya forma se asemeja a un corazón visto desde arriba, lo que probablemente sea la causa de su fama como uno de los destinos más populares de Tahiti para lunas de miel. Con este diverso paisaje es posible hacer una serie de actividades pasando por buceo, escalada, parapente y avistamiento de ballenas, entre muchas otras.

Tikehau

Es un lugar donde la gente es especialmente amistosa. Abunda la vida, los jardines y sobre todo los peces en todos sus colores. Es considerada una de las islas más bonitas de la Polinesia Francesa con sus playas de arena rosada y mucha tranquilidad. La gente vive principalmente en el pueblo de Tuherahera, dejando el resto del islote prácticamente sin tocar, por lo que es un buen lugar si buscas pristinidad y naturaleza virgen.

Rangiroa

Hay muchos sitios para bucear en la Polinesia Francesa pero Rangiroa es considerado uno de los mejores y con justa razón. Debido a que cuenta con una laguna un tanto recluida pero aún así accesible, es prácticamente un acuario natural donde ver una cantidad increíble de flora y fauna marina. Corrientes submarinas te transportan, siendo una experiencia adrenalinica por un lado y contemplativa por otro ya que abundan los peces y corales. También puedes nadar con snorkel o hacer amnea sin necesidad de contratar a ningún guía o servicio, solo lleva tus cosas y hazlo.

Cascada Fataua

Ubicada en el Valle Fataua se puede llegar por distintas vías, aunque constituye una buena experiencia hacer el sendero a través de la montaña. El camino tiene partes fáciles y otras medianamente exigentes, siendo apto para excursiones familiares, con abundancia de vegetación y un ambiente muy tranquilo. La cascada se puede apreciar en todo su esplendor, con sus 985 metros de caída lo que la convierte en la N.º 28 más grande del mundo.

En el trayecto se cruza por el puente Fachoda, donde se empieza a sentir la naturaleza en su máxima expresión, con una amplia diversidad de flora, incluyendo grandes helechos y arboles de coco. Cerca de la cascada se encuentra el fuerte Fachoda, un lugar de importancia en la historia de la Polinesia Francesa ya que fue escenario de conflictos entre Francia y Tahiti.